viernes, 18 de marzo de 2011

La grandeza de Dios



La grandeza, la fuerza y el poder del Creador Omnipotente e Indestructible del Universo escapa a toda comprensión humana; está más allá de lo que el hombre puede imaginar. Él es el Creador del tiempo, del espacio, de lo visible y de lo invisible, de todo lo que se mueve, de todo lo que respira. Creador de universos, de galaxias, de estrellas, de nebulosas, de constelaciones, de planetas. El Dios que tiene en sus manos la eternidad, la Deidad absoluta, para quien no existe nada imposible, que imagina cosas que el hombre jamás imaginaría.

Dios es grande, es sublime, inconmensurable, indestructible, todopoderoso, omnipotente, inefable... y ni siquiera estos términos alcanzan a describir todo lo que realmente es el Dios del Universo.

¿Cómo será el lugar santo donde Dios reside, el sitio donde está ubicado su trono y la huestes de ángeles que le sirven? Debe ser más espectacular de lo que el hombre puede imaginar. Un sitio que irradia santidad, luz, energía, vida. ¿Su santa morada estará dentro de este universo, o fuera de él?

No me imagino estar delante de la presencia de Jehová, de quien la Biblia dice que el hombre no podría seguir viviendo si Lo mira de frente a frente. Imagino que tanto es el resplandor de su fuerza y poder que un humano simplemente no lo soportaría (a menos que nuestra naturaleza fuera diferente). Qué enorme dicha tienen los ángeles que están con él, habitando ese lugar santo e inaccesible que él escogió para cohabitar con ellos.

La Biblia dice respecto a Dios:

"Grandes y maravillosas son tus obras, Jehová Dios, el Todopoderoso. Justos y verdaderos son tus caminos, Rey de la eternidad"
(Apocalipsis 15:3)



Tuya, oh Jehová, es la grandeza y el poderío y la hermosura y la excelencia y la dignidad; porque todo lo que hay en los cielos y en la tierra es tuyo. 
Y en tu mano hay poder y potencia y en tu mano hay facultad para hacer 
grande y para dar fuerzas a todos.
(1 Crónicas 29:11)

Por: MARCO ANTONIO
http://medest1981.metroblog.com/

lunes, 14 de marzo de 2011

TODOS SOMOS UNO.....

"Creo que la verdad desarmada y el amor incondicional tendran la última palabra" (Martin Luther King)

Para saber si hemos aprendido a amar, tan sólo hemos de echar un vistazo a nuestra forma de comportarnos con los demás. No en vano, la relación que mantenemos con todas las personas que forman parte de nuestra vida es un reflejo de la relación que estamos cultivando con nosotros mismos. Cómo lo expresa el filósofo Darío Lostado: "Si no te amas tú....¿Quién te amará?", "Si no te amas a ti, ¿A quién amarás?".

Al darnos cuenta lo que les hacemos a los demás, nos lo hacemos a nosotros mismos primero. Tomamos conciencia de lo estrechamente unidos que estamos todos los seres humanos. No en vano, las etiquetas con las que subjetivamente describimos y dividimos la realidad son sólo eso, etiquetas. Y por muy útiles y necesarias que sean para manejarnos en el día a día, no deben separarnos de nuestra verdadera naturaleza: el amor incondicional. Igual que los árboles ofrecen sus frutos cuando crecen en condiciones óptimas, los seres humanos emanamos amor cuando nos liberamos de todas nuestras lirnitaciones mentales.

De ahí, que si queremos saber cual es la mejor actitud que podemos tomar en cada momento, tan sólo hemos de responder con nuestras palabras y acciones a la siguiente pregunta: ¿Qué haría el amor frente a esta situación?

DIFERENCIA ENTRE QUERER Y AMAR........

"El amor es lo unico que crece cuando se reparte"
(Antoine de Saint-Exupery)

Todos los vicios de la mente, son fruto de interpretar de forma egocéntrica la realidad, una actitud impulsiva e inconsciente que nos impide aceptar lo que sucede tal como viene y a los demás tal como son. Esta es la causa real de todo nuestro sufrimiento, que además nos encierra en un circulo vicioso muy peligroso. Para poder amar, primero hemos de albergar amor en nuestro corazón. En este caso, el problema es en sí mismo la solución y lo primero que debemos saber es que es el amor. No al que estamos tan acostumbrados, sino al de verdad. Porque una cosa es querer, y otra muy distinta, amar.

Querer es un acto egoísta; es desear algo que nos interesa, un medio para lograr un fin. Amar, en cambio, es un acto altruista, pues consiste en dar, siendo un fin en si mismo. Queremos cuando sentimos una carencia. Amamos cuando experimentamos plenitud. Mientras querer es una actitud inconsciente, relacionada con lo que está fuera de nuestro alcance, amar surge como consecuencia de un esfuerzo consciente, que nos hace centrarnos en lo que si depende de nosotros.

Cuando uno ama no culpa, ni juzga, ni critica, ni se lamenta. Los que aman intentan dejar un pozo de alegría, paz y buen humor en cada interacción con los demas, por muy breve que sea. Amar tambien es aceptar y apoyar a las personas más conflictivas, porque son precisamente las que más lo necesitan. Amar de verdad es sinónimo de profunda sabiduría, pues implica comprender que no existe la maldad, tan sólo ignorancia e inconsciencia.


La paradoja es que el amor beneficia primeramente al que ama, no al amado. Así, el amor sana y revitaliza la mente y el corazón de quien lo genera. Por eso, recibimos tanto cuando damos.

"El amor es la ausencia de egoismo" ......(Erich Fromm)



 LOS ENEMIGOS DEL AMOR....


Según las leyes de la evolución, todo empieza con el conocimiento (información veraz). Luego viene la comprensión (experiencia personal). Solo así es posible aceptar (dejar de reaccionar negativamente frente a  lo que sucede) para poder finalmente amar (dar lo mejor de nosotros en cada momento). Por el camino hemos de vencer a nuestro mayor enemigo: nosotros mismos (nuestro mecanismo de supervivencia emocional, mas conocido como ego). 

Para lograrlo es necesario ser;
  1. Sinceros (No Auto engañarnos)
  2. Humildes (Reconocer nuestros errores)
  3. Valientes (Atrevernos a enmendarlos)
  4. Perseverantes (Comprometernos con nuestro proceso de aprendizaje).

El miedo (a que nos hagan más daño), el apego (de perder lo que tenemos) y la ira (de no conseguir lo que deseamos) nos esperan a la vuelta de la esquina. Un poco mas lejos se esconde nuestra ignorancia (el desconocimiento de nuestra verdadera naturaleza), la causa - última de nuestro egoísmo (tendencia anti-natural que corrompe la actitud de los seres humanos), que es precisamente el que nos impide amar, que es nuestra esencia. Igual que no tenemos que hacer nada para ver, no tenemos que hacer nada para amar. Tanto la vista como el amor son atributos naturales e inherentes a la condición humana. 

Nuestro esfuerzo consciente debe centrarse en eliminar todas las obstrucciones que nublan y distorsionan nuestra manera de pensar, sentir y ser, como el estrés, la negatividad, el victimismo, el odio, la desconfianza, la vanidad, la envidia, la arrogancia, la preocupación, la intolerancia, la cobardía, la avaricia, la indolencia, el orgullo, la impaciencia, la culpa,la tristeza ...